23 octubre 2006

Manejando nuestro tiempo

El próximo domingo muchos europeos se verán obligados a aplicar sus conocimientos en relojería para cumplir una norma. Con el pretexto de conseguir supuestos ahorros en el consumo energético volveremos a alterar nuestros ciclos de sueño, alimentarios y de ocio. Cumpliremos la rutina confundiendo a los usuarios del transporte nocturno, alegrando a los que disfrutan madrugando y provocando las mismas dudas en los millones de clientes de los bares de copas.

Examinemos la aparente justificación que veremos reflejada en la mayor parte de los medios de comunicación el próximo fin de semana: la medida contribuye al ahorro de energía.

Una buena aproximación sobre el efecto real del cambio horario podemos obtenerla analizando los datos de demanda de distribución con los que trabaja Red Eléctrica Española (http://www.ree.es/). El examen de estos datos es más complejo de lo que parece, me consta que los modelos de demanda tienen en cuenta factores tan relevantes como la climatología y la laboralidad. He obtenido los datos de consumo diario de dos intervalos de tres semanas que incluyen los dos últimos cambios de horas (30 de octubre de 2005 y 26 de marzo de 2006). No he podido detectar disminuciones significativas en el gasto eléctrico; el año pasado el consumo de la segunda semana se reduce un 4,5% pero como consecuencia de que ese año tuvimos un puente, la tercera semana se dispara un 5,3% frente al valor medio. En el último cambio de primavera se produjeron disminuciones de demanda en la segunda semana de un 0,8% y en la tercera de 1,3%. Aunque deberíamos eliminar el efecto de la climatología para poder analizar los ahorros reales lo cierto es que no nos encontramos con valores espectaculares.

El análisis de las horas en las que se producen los consumos máximos es francamente interesante, podríamos determinar que el tiempo que tardamos en adaptar nuestro ritmo de sueños se prolonga durante casi una semana. Os lo dejo como tarea.

Nuestros ecológicos líderes, siempre interesados en la optimización de los recursos energéticos, deberían analizar mi siguiente propuesta. Las únicas reducciones de consumo significativas que se detectan en las series se producen los días que no son laborables. Si quieren ahorrar, que los fines de semana duren tres días, y que en invierno se trabajen menos horas.