La fauna de mi hogar
Años de paciente observación me han permitido desarrollar un conocimiento muy preciso sobre los insectos domésticos. Mi hogar es el ecosistema adecuado para al menos las siguientes subespecies:
1. Arañas de patas largas
2. Cucarachas imbéciles
3. Polillas de pared
4. Mosquitos rompehuevos
El hábitat preferido de las arañas de patas largas se encuentra en las zonas próximas al váter; no son tampoco infrecuente los avistajes en zonas tan heterogenas como el interior de la bañera o las esquinas de los techos. La característica morfológica más peculiar de estos simpáticos compañeros es la enorme desproporción entre sus extremidades anteriores, posteriores y medias respecto al resto del cuerpo. Sus movimientos suelen ser bastante torpes y por lo general suelen contraerse formando una bola de filamentos pédicos cuando son sometidos a los efectos del agua a presión. Pese a vivir en zonas húmedas son incapaces de nadar y poseen una capacidad muy limitada para aguantar la respiración ya que suelen ahogarse muy deprisa.
En algún momento supuse que contaban con una especial capacidad para ascender por los desagües pero he tenido que desechar esta hipótesis tras analizar distintas muestras extraidas del bote sinfónico. Desconozco si son capaces de desprender algún tipo de veneno aunque es probable que puedan estar relacionadas con las misteriosas picadura que no pican.
Su vida sexual es si cabe, menos intensa que la mía: nunca las he visto copular aunque por el hecho de tener ocho patas deben por fuerza obtener el doble de satisfacciones que nosotros cuando ponemos en una posición equivalente a nuestras parejas circunstanciales. Es incluso posible que los machos en realidad tengan siete patas y un pene hiperdesarrollado en el que se apoyen de manera indistinta.
Puesto que suelen tejer unas telarañas de infima calidad no tienen más remedio que alimentarse de los pelos que encuentran en el baño. Nunca las he observado trabajar y al carecer de depredadores puede decirse que su vida es bastante feliz aunque un poco aburrida.
1. Arañas de patas largas
2. Cucarachas imbéciles
3. Polillas de pared
4. Mosquitos rompehuevos
El hábitat preferido de las arañas de patas largas se encuentra en las zonas próximas al váter; no son tampoco infrecuente los avistajes en zonas tan heterogenas como el interior de la bañera o las esquinas de los techos. La característica morfológica más peculiar de estos simpáticos compañeros es la enorme desproporción entre sus extremidades anteriores, posteriores y medias respecto al resto del cuerpo. Sus movimientos suelen ser bastante torpes y por lo general suelen contraerse formando una bola de filamentos pédicos cuando son sometidos a los efectos del agua a presión. Pese a vivir en zonas húmedas son incapaces de nadar y poseen una capacidad muy limitada para aguantar la respiración ya que suelen ahogarse muy deprisa.
En algún momento supuse que contaban con una especial capacidad para ascender por los desagües pero he tenido que desechar esta hipótesis tras analizar distintas muestras extraidas del bote sinfónico. Desconozco si son capaces de desprender algún tipo de veneno aunque es probable que puedan estar relacionadas con las misteriosas picadura que no pican.
Su vida sexual es si cabe, menos intensa que la mía: nunca las he visto copular aunque por el hecho de tener ocho patas deben por fuerza obtener el doble de satisfacciones que nosotros cuando ponemos en una posición equivalente a nuestras parejas circunstanciales. Es incluso posible que los machos en realidad tengan siete patas y un pene hiperdesarrollado en el que se apoyen de manera indistinta.
Puesto que suelen tejer unas telarañas de infima calidad no tienen más remedio que alimentarse de los pelos que encuentran en el baño. Nunca las he observado trabajar y al carecer de depredadores puede decirse que su vida es bastante feliz aunque un poco aburrida.
Escrito por salitre @ 23:30
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