30 agosto 2007

Paremos esta masacre

De acuerdo con estimaciones del Ministerio de Agricultura, en España el consumo anual de caracoles se aproxima a de los 16 millones de kg. Si consideramos un peso medio de 10 gramos por ejemplar resulta que cada doce meses, 1.600.000.000 de seres inocentes son asesinados con total impunidad. Tan solo nuestros vecinos franceses son capaces de superar tales niveles de barbarismo.

Esta asquerosa babosa hermafrodita con caparazón cotiza incluso en una lonja (la de Bellpuig en Cataluña). Y aunque las cifras de la helicicultura no son del todo claras (1) , un kilo de ellas puede venderse a un precio mayor que el de la carne de vacuno. Es cierto que no todos los ejemplares acaban sus días de manera prematura en un plato. Otros, tienen la desgracia de ser convertidos en una mucosidad untable destinada a ser aplicada en los flácidos glúteos de esas amas de casa que sucumben a las promesas de los anunciantes de baba de caracol.

Durante los últimos años he detectado un incremento de helicivívoros en nuestros bares. Incluso, en alguna ocasión, he tenido que abandonar precipitadamente algún establecimiento al encontrarme una ración de estos bichos como tapa. Puedo pasar por alto muchas cosas pero hasta el momento me he negado en rotundo a mantener relaciones sexuales con cualquier mujer que se haya alimentado de ellos.

(1)
  1. El Ministerio de Agricultura estima un volumen de negocio para el sector de 10 millones de euros. Es decir, 1,6€ x kilogramo.
  2. En la Lonja de Bellpuig el precio de un kilo de caracoles osciló esta semana entre los 4€ y los 11,50 € por kilogramo.
  3. En Mercamadrid los 90 kilos de caracoles pequeños que se vendieron la semana pasada alacanzaron un valor medio de 1,80 €, los grandes de 4,21€ (la carne de vacuno en canal se vendió a 3,88€
  4. En el Corte Ingles 1 Kg. de caracoles precocidos se vende por 7,50 aunque si ya vienen preparados el kilo se paga hasta 22,60€