31 agosto 2007

Escepticismo estadístico

Que yo sepa nadie se molesta en comprobar la calidad de los miles de datos que publica cada año el Instituto Nacional de Estadística. En nuestro día a día podemos estar tomando decisiones importantes a partir de información manipulada y eso es inadmisible.

Para poder contrastar hasta que punto es cierto lo que nos cuentan parece sensato emplear las mismas técnicas con las que nos enseñaron estadística: la de la extracción de bolas de una urna. Mi experimento consistiría en lo siguiente:

  1. Se selecciona un área de unos diez kilómetros cuadrados y se la valla.
  2. Se introduce en la misma a los 44 millones de los españoles.
  3. Mediante un sistema de puentes grúa, se extrae aleatóriamente a un individuo y se apuntan sus datos más relevantes.

Repetido el experimento con millones de extracciones deberíamos verificar que lo más probable es que salga una mujer de 43 años, libra, nacida en la ciudad de Madrid, casada, con dos hijos, de nombre María del Carmen y apellidada García. De no ser esto cierto se demostraría que hemos sido engañados por lo que tendríamos que volver a medirlo todo.