10 abril 2006

Crisis de identidad


A lo largo de las últimas décadas el sentimiento nacionalista español se ha sostenido gracias a la percepción por parte de sus ciudadanos de la amenaza de diversos enemigos comunes. El orgullo de compartir éxitos logrados a partir del esfuerzo o del talento no ha sido un elemento cohesionador con la relevancia que cabría esperar. Y es curioso por que otras sociedades han sabido reforzar su identidad a partir de logros que en muchos casos han sido producto de una visión manipulada de su historia.

En la superación de sus complejos los españoles deberían desechar por ineficaz el empleo del miedo secesionista, las grandes banderas o las camisetas con toros. Hasta un ácrata como yo siente respeto por una cultura que en su esencia es compartida desde el Sur de Estados Unidos hasta Tierra del Fuego.