29 mayo 2006

De nombres

A pesar de que los últimos datos que ha publicado el Instituto Nacional de Estadística son de 2004, creo constituyen un buen punto de partida para conocer qué cambios se están produciendo en el fantástico mundo de los nombres.





Llamar a tu hijo José (puesto 31) , Julio (117) o Vicente (132) está por completo desfasado. Ahora se llevan los Alejandros (1) , los Davides (2) y los Danieles (3). Las Marías después de una larga hegemonía se encuentran también en crisis: un verdadero ejército de Lucias ha conseguido robarles el primer puesto. Es una verguenza que sólo en la Comunidad Murciana, María encabece las preferencias paternales; me consuela pensar que al menos Santa Lucía también murió virgen.


Este año podemos destacar la incorporaciones de 1.016 Aarones, 609 Kevines, 433 Jonathans, 211 Jennifers, 245 Sorayas y 230 Mireyas. Tenemos 571 nuevos Borjas y por lo menos otros 112 Pelayos (sólo aparecen datos de Asturias).

Entre las niñas la sorpresa la ha dado el nombre de Abril que se coloca en un muy meritorio puesto 91 superando a las Marías Josés, Almudenas y Pilares. Me parece positivo que las niñas Abril superen a los niños Julios; ya que siempre he creido que ese mes hace demasiado calor.

Por su parte los Samueles superan ya a los Luises, Pedros e Ignacios.; y atención los Joeles consiguen desbancar a los Fernandos, Enriques y Andreses.

En el lado opuesto podemos señalar la marginalidad de nombres como Adolfo, Felipe, Mariana o Asunción. Ni siquiera tienen entidad suficiente para formar parte de estas estadísticas.

Para nombre raros los de Biel (puesto 240) o Brais en los chicos y Maialen (201) o Mariona (253) en las niñas. Nunca los había escuchado.

Considerando que los españoles apenas se reproducen, estos datos reflejan de manera bastante exacta cuáles son las verdaderas preferencias sociales en cuanto a nombres. Imagino que aquellos que en su día tuvieron doce hijos estarían forzados a escoger el de los últimos sin demasiado entusiasmo. Por ello, sin una política demográfica que lo remedie, los asombrosos nombres panvocálicos (Aurelio, Eufronia, Eustaquio, Eulalio, Laudelino, ...) están condenados a la extinción.

6 Comments:

At lun may 29, 11:37:00 p. m., Blogger salitre said...

Fernando y David son nombres de calvos.

Nerea, Borja y Pelayo de pijos.

Mireyas y Sheilas suelen ser más promiscuas que la media.

Las Paulas con frecuencia dudan de su identidad sexual.

Carlos y Emilio son nombres comunes entre los gays.

Los Victores suelen tener trabajos repetitivos, los Hugos pueden desarrollar tendencias despoticas.

Detrás de muchos Segios hay deportistas frustrados.

A las Albas le suele gustar la música de Alejandro Sanz y a los Manueles el sexo en solitario.
Pocas Carlas han practicado el sexo anal. Lo contrario ocurre con las Andreas a las que en el fondo les va la marcha.

 
At lun may 29, 11:43:00 p. m., Blogger salitre said...

Lo anterior me lo dijo el Dalai Dama en un sueño lésbico que tuve hace una semana.

 
At mié may 31, 12:01:00 a. m., Anonymous Anónimo said...

No hay Samanthas por ahí.... :( Es deprimente...

 
At mié may 31, 12:02:00 a. m., Anonymous Anónimo said...

No hay Samanthas por ahí.... :( Es deprimente...

 
At mié may 31, 02:39:00 a. m., Blogger salitre said...

Además de a tí, sólo conozco a Samantha Stephens la entrañable protagonista de Bewitched.

 
At mar jun 20, 09:24:00 p. m., Anonymous Anónimo said...

Jaaaaaaaaaaa, jajajajaja, genial trabajo de investigación...

Que pasa con los nombres compuestos?

 

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