22 mayo 2006

Mi sangre (epílogo)



El parásito latinoamericano no acabará, de momento, conmigo. A los que habéis apostado por esta opción, seguid participando. Mi sangre supera los estándares de calidad que las autoridades europeas exigen para iniciar el proceso de donación.

De poder eleguir, me gustaría que mis glóbulos rojos acabasen formando parte, tras una operación sin consencuencias, del torrente sanguineo de una mujer con tetas enormes.