27 febrero 2007

Clonación

Si las Ciencias Biológicas han sido capaces de combinar los atributos genéticos de individuos de especies diferentes, las Ciencias Sociales deberían avanzar en la misma dirección creando conceptos e ideas a partir de la fusión de personajes que hayan alcanzado una especial relevancia en alguno de sus campos de estudio.

Así propongo mezclar a Hobbes y Jovellanos en un nuevo personaje llamado Jobbellanos. Éste improbable pensador Ilustrado responsabilizaría de nuestra tendencia al primitivismo a los ganaderos por crear instituciones como la Mesta y defender absurdas preferencias de paso en las cañadas reales. Por tanto, si queremos acabar con el estado natural de “guerra de todos contra todos” debemos recurrir a un poder absoluto que garantice el ejercicio de nuestro derecho a atropellar a las ovejas y cabras que se nos crucen por el camino. Nuestro nuevo pensador no pudo profundizar en estas ideas ya que tras publicarlas fue molido a palos por doscientos treinta y tres furiosos pastores, dos de ellos protestantes.

Otras ramas de la genética social están dando resultados igualmente intrigantes. Entre ellos merece la pena destacar los experimentos enfocados a combinar el arte y las matemáticas en la figura de Laplacido Domingo. Este extraño e impulsivo pensador pudo haberse convertido en una de las figuras más relevantes de la moderna teoría de la probabilidad; sin embargo al exponer sus conclusiones mediante la lírica nadie se enteró de ninguno de sus revolucionarios argumentos. Lo cierto es que el público tampoco estuvo de su lado a causa de las continuas extravagancias a las que se vio impulsado por su convicción de que si se encontraba en un escenario lo más probable fuese porque supiera cantar. Ello le llevó a descuidar aspectos fundamentales de su carrera como la memorización de las letras de las obras en las que participaba y el aseo corporal. Sólo y arruinado se dice que se dejó arrastrar por la bebida falleciendo en un burdel tras mantener una relación demasiado intensa con una de esas viejas cantantes gordas.

21 febrero 2007

Un pisito en Madrid

Hoy me ha dado por seleccionar al azar el anuncio de un piso que se vende en Madrid.


Planetario, 90m2, exterior, 3 dormitorios
Precio: 500.000,00 €

Vistas espectaculares a parque y al Planetario. Metro en la puerta. Comunicación excelente en metro, tren, autobús. Piscina, jardines, seguridad. Piso de esquina. Todo exterior. Muy asoleado. TRASTERO de 6m2 incluido en el precio. PLAZA de GARAJE grande incluida en el precio. 3 dormitorios, salón. cocina, 2 baños, 4 armarios empotrados grandes.

Estos precios, como consecuencia de las peculiares prácticas del sector, ignoran que la naturaleza de la transacción convierte de forma automática a cualquier comprador en sujeto pasivo del IVA o del ITP. Es decir lo primero que debemos hacer es añadir al precio final otros 35.000 euros (7% del valor de escritura). Gastos de tasación, Notaría, Actos Jurídicos Documentados, inscripciones en el Registro de la Propiedad, Gestorías y comisiones bancarias elevarían esta cifra hasta los 43.000 euros.

Supongamos que el contenido de nuestras cuentas corrientes, carteras y colchones no nos permite disponer de esa cantidad de manera inmediata. De acuerdo con nuestra normativa, sólo podríamos hipotecar el 80% del valor de tasación de esta vivienda por lo que en principio para poder acceder a esta fabulosa oportunidad necesitaríamos aportar de contado unos 143.000 euros.

Tomemos un dato con el que comparar de algún modo esta primera cifra. Seamos optimistas y consideremos la última Encuesta Trimestral de Coste Laboral que publica el Instituto Nacional de Estadística. La media nacional nos revela unos costes salariales de 2.112,66€ mensuales. Sustraigamos a esta cifra los costes sociales que paga el empleador (cotización a la Seguridad Social) que voy a suponer en un alarde de optimismo metodológico del 25%, ya nos quedamos en los 1.690 euros mensuales de media (no os preocupéis si no alcanzáis estas cifras, tienen las pagas extras prorrateadas y están contaminadas por los salarios más altos). Pues bien, con una propensión al consumo también conservadora, digamos que del 60% (se supone que podríamos ahorrar un 40% de nuestros salarios) necesitaríamos haber trabajado durante casi 18 años para poder haber reunido la cantidad con la que pagar la entrada. Me diréis que durante ese tiempo podríais haber obtenido un rendimiento positivo invirtiendo las primeras cantidades, pero tampoco conviene olvidar que estamos ante unas cifras de salario medio más altas que las de entonces.

Pese a la precariedad de los datos ya tenemos una primera idea, un trabajador español medio debe destinar 27 años de su salario para acceder a una vivienda de 90 metros cuadrados en esta zona de Madrid

Imaginemos que como alternativa conseguimos que el banco nos preste todo el dinero necesario para cerrar la operación (543.000 euros) y que nos concede la gracia de dejarnos pagar nuestro pisito en el Planetario a 30 años. La cuota hipotecaria a los tipos actuales se nos quedará en 2.751,30 euros mensuales. Pero estas instituciones suelen exigir que el gasto en vivienda no supera el 30% del salario neto mensual: para entrar en la operación es necesario disponer de un ingreso neto mensual de 8.254 euros o, a ojo, unos 11.005,20 euros antes de considerar los impuestos directos durante los próximos 30 años.

¿De verdad se creen estos especuladores hijos de la gran puta que si yo ganara 11.000 euros al mes les iba a comprar un piso de 90 metros cuadrados en el Planetario, una zona que además de estar a tomar por culo se asienta sobre la mierda generada durante más de un siglo por el ferrocarril?

20 febrero 2007

Todo depende

El antropólogo británico Niguel Barley cuenta que “cuando estaba a punto de abandonar el país Dowayo [una remota aldea de Camerún en la que vivió dos años] me reconfortó oir de boca del jefe de mi aldea que con mucho gusto me acompañaría a mi aldea británica pero que temía ir a un país donde siempre hacía frio, había bestias salvajes como los perros europeos de la misión y era sabido que abundaban los canibales”. [“El antropógo inocente” N.Barley, ed. Anagrama, Barcelona 1989.]

16 febrero 2007

Más de un año


Me acabo de dar cuenta que este absurdo experimento ha cumplido más de un año terrestre. La normativa fiscal vigente me exime de presentar estados anuales así que no voy a esforzarme en preparar ni el balance, ni la cuenta de pérdidas y ganancias, ni la memoria.

En estos momentos me preocupan asuntos mucho más importantes, en concreto el carnaval español. Del amplio rango de celebraciones a las que un humano es capaz de consagrarse esta quizás sea la que me provoca mayor repulsión. Cientos de miles de acomplejados saldrán este fin de semana disfrazados de sus casas sólo para aprovechar que podrán quedar ocultos entre los otros cientos de miles que como ellos no tienen el coraje suficiente para hacerlo un día cualquiera del año solo porque sí.